Guía de limpieza
Protocolo de limpieza en casa
Paso 1:
Limpieza Profunda
Comenzar y terminar tu día con este ritual de cuidado facial es muy importante porque la piel está expuesta constantemente a factores ambientales como la contaminación, el polvo y los residuos de maquillaje. Estos elementos pueden obstruir los poros y atrapar impurezas, lo que eventualmente puede dar lugar a brotes de acné y una tez apagada.
La limpieza profunda es el primer y fundamental paso hacia una piel radiante. Utiliza un Limpiador Facial, especialmente formulado para abordar las necesidades de tu piel. además de ser esencial para:
Eliminar Maquillaje:
Si usas maquillaje, este paso es esencial para eliminarlo completamente al final del día. Dejar el maquillaje en la piel durante la noche puede obstruir los poros y contribuir a la formación de puntos negros y granitos.
Eliminar Suciedad y Grasa:
La limpieza facial elimina eficazmente la acumulación de suciedad y exceso de grasa. Esto ayuda a prevenir la obstrucción de los poros, lo que puede conducir a problemas de la piel.
Prevenir Brotes:
Al mantener los poros limpios, reduces significativamente el riesgo de brotes de acné y espinillas. La prevención es clave para mantener una piel clara y saludable.
Procedimiento:
1.- Humedece tu rostro:
Humedece tu rostro con agua tibia. Esto ayudará a abrir los poros y facilita la eliminación de impurezas.
2.- Aplica el Limpiador Facial:
La aplicación de una pequeña cantidad de Limpiador Facial en la palma de tu mano bien distribuido será suficiente para iniciar el procedimiento.
3.- Limpieza con Movimientos Circulares:
Con movimientos suaves y circulares, masajea el limpiador sobre tu piel. Concéntrate en las áreas propensas a imperfecciones y en donde hayas aplicado maquillaje.
4.- Enjuague Cuidadoso:
Luego de limpiar tu piel a fondo, enjuaga con agua tibia. Asegúrate de eliminar todo el limpiador.
5.- Secado Suave:
Seca tu piel con una toalla limpia de textura suave, dando palmaditas y sin frotar para evitar irritaciones.
Frecuencia:
La limpieza regular es esencial para mantener una piel fresca y saludable. Realiza este procedimiento por la mañana y por la noche, antes de aplicar cualquier otro producto es el primer paso hacia una piel radiante.
Este proceso efectivo ayuda a tu piel a respirar y a prepararse para los pasos de cuidado posteriores.